Corría el año 2013 cuando, luego de haber pintado en vivo en varias ocasiones como invitado, decidí idear el Ciclo “Pintura Pública”, el cual combina música y pintura en vivo.
Sacar la pintura del taller es un desafío personal muy grande, es enfrentarse a la tela en público, es no disponer del tiempo para preparar las paletas, es forzar el gesto impensado, es asumir que el acto de pintar deja de ser individual para pasar a ser algo colectivo.
Mostrar la cocina, mostrar lo que no se ve y convertir eso, en el hecho artístico. Lo trascendental no está en la obra terminada, sino en el hacer; el cuadro termina siendo una suma de las situaciones que se presentan en el transcurso del proceso pictórico.
El formato “Pintura Pública” propone un diálogo entre las artes visuales y la música. Mientras diferentes agrupaciones musicales aportan el sonido, Esteban Pablo Videla hace visible el proceso de realización de una obra pictórica.
Usualmente, la pintura que se realiza, la cual puede ser un retrato o un paisaje, tiene puntos de contacto con la música que se está desarrollando. A manera de introducción, se realiza una breve explicación del porqué de la elección de la imagen escogida que se representará.
En el año 2017, el Ciclo modifica su formato y pasa a titularse “Pintura Pública Compartida”, la propuesta sigue siendo música y pintura en vivo; pero en esta nueva modalidad Esteban Pablo Videla pinta junto a artistas invitados, intercambiando los lienzos, generando de esta manera, un proceso de creación pictórica colaborativo, rompiendo el paradigma del acto artístico como un hecho individual y solitario.
La performance tiene carácter de Ciclo, ya que se realiza una vez al mes en la Casa Cultural El Quetzal (Guatemala 4516). Además de haberla llevado a cabo en diferentes instituciones educativas, actividades corporativas y empresariales, entre las que se destacan: el evento de fin de año de la Embajada de Luxemburgo y el concurso de la Escuela Argentina de Moda, llevado a cabo en el Centro Cultural Borges y en el Hipódromo de Palermo.
Fotos por Vicky Seywert y Pablo Idez.